La Isla de Chiloé es un lugar mágico, famosa por su gastronomía y las iglesias Patrimonio Mundial de declarada por la Unesco su cultura, leyendas y tradiciones.
Sin duda que al visitar esta isla existen muchos lugares para recorrer, a continuación destacamos algunos:
Iglesias: Cuando hablamos de Chiloé, sin duda se nos vienen a la mente las ya icónicas iglesias de madera, un recorrido imperdible para quienes visitan la zona. Son 16 las iglesias que forman parte del Patrimonio Mundial, declaradas por la Unesco el año 2000 y que conforman una ruta turística imperdible.
En la visita a Chiloé visitamos la Iglesia de Dalcahue, Iglesia de Vilupulli, iglesia de Chonchi, el Templo San Francisco de Castro y la Iglesia de Nercón
Muelles: Otro de los atractivos que esconde la isla de Chiloé son sus muelles, donde el mar siempre ha sido un importante protagonista en la vida de la isla.
Construidos por diversos artistas, hoy son también un atractivo y forman parte ya de la cultura chilota, atrayendo mitos y leyendas. Uno de los muelles más famosos es el Muelle de las Almas, donde diariamente llegan cientos de turistas, es el más conocido de todos.
Esta hermosa obra fue construida en Punta Pirulli, por el escultor Marcelo Orellana en el año 2005. Se encuentra ubicado en la comuna de Chonchi, para llegar se debe recorrer un hermoso bosque nativo, para luego bordear el mar por un camino de tierra (en muy mal estado para quienes decidan ir), hay estacionamiento para dejar el auto, ya que luego se debe caminar por aproximadamente 45 minutos.
Gastronomía: Otra de las características por las que sorprende Chiloé es por su riqueza gastronómica, el tradicional curanto, pescados y mariscos y la variedad de papas (existen más de 400 diferentes tipos en la isla), son productos que son reconocidos a nivel nacional e internacional.
Uno de las comidas típicas de la isla es el milcao, una masa hecha con papa rayada, sal y chicharrones de cerdo. Se le da la forma de pan apanado y su cocción puede ser en el vapor del curanto, frito o cocido en agua.
¿Qué lugares visitar en la isla grande de Chiloé?
La Isla de Chiloé es un lugar mágico, famosa por su gastronomía y las iglesias Patrimonio Mundial de declarada por la Unesco su cultura, leyendas y tradiciones.
Sin duda que al visitar esta isla existen muchos lugares para recorrer, a continuación destacamos algunos:
Iglesias: Cuando hablamos de Chiloé, sin duda se nos vienen a la mente las ya icónicas iglesias de madera, un recorrido imperdible para quienes visitan la zona. Son 16 las iglesias que forman parte del Patrimonio Mundial, declaradas por la Unesco el año 2000 y que conforman una ruta turística imperdible.
En la visita a Chiloé visitamos la Iglesia de Dalcahue, Iglesia de Vilupulli, iglesia de Chonchi, el Templo San Francisco de Castro y la Iglesia de Nercón.




Muelles: Otro de los atractivos que esconde la isla de Chiloé son sus muelles, donde el mar siempre ha sido un importante protagonista en la vida de la isla.
Construidos por diversos artistas, hoy son también un atractivo y forman parte ya de la cultura chilota, atrayendo mitos y leyendas. Uno de los muelles más famosos es el Muelle de las Almas, donde diariamente llegan cientos de turistas, es el más conocido de todos.
Esta hermosa obra fue construida en Punta Pirulli, por el escultor Marcelo Orellana en el año 2005. Se encuentra ubicado en la comuna de Chonchi, para llegar se debe recorrer un hermoso bosque nativo, para luego bordear el mar por un camino de tierra (en muy mal estado para quienes decidan ir), hay estacionamiento para dejar el auto, ya que luego se debe caminar por aproximadamente 45 minutos.

Gastronomía: Otra de las características por las que sorprende Chiloé es por su riqueza gastronómica, el tradicional curanto, pescados y mariscos y la variedad de papas (existen más de 400 diferentes tipos en la isla), son productos que son reconocidos a nivel nacional e internacional.
Uno de las comidas típicas de la isla es el milcao, una masa hecha con papa rayada, sal y chicharrones de cerdo. Se le da la forma de pan apanado y su cocción puede ser en el vapor del curanto, frito o cocido en agua.
