Rafael Arruda, más conocido como Faell Arruda en el mundo del maquillaje, oriundo de Boa Vista, estado de Roraima, al norte de Brasil, llegó a Chile el año 2018 a la ciudad de Curicó. Hoy radicado en la comuna de Colbún es reconocido por el arte del maquillaje.
A sus 35 años asocia su pasión con su infancia, y recuerda que desde pequeño siempre le gustó dibujar y era amante de los colores. Su impulsora fue su madre, quien incentivó este amor comprándole lápices y block de dibujos, llegando a tener más de 200 lápices.
Pero hace 10 años la vida para él cambió cuando empezó a trabajar en Brasil en la empresa Mary Kay, dedicada a la venta de perfumería y maquillaje. “Esa empresa me sacó del mundo de dibujos que yo tenía y pasé a plasmar esos colores en el rostro, porque cuando yo llegaba a vender me decían oye, ¿Por qué no maquillas? Tienes mucha cantidad de tester, das buenos tips, tienes buenas técnicas, fue cuando comencé a maquillar a mi mamá, sobrinas y amigas”. Más tarde pasaría de ser solo un hobbie a un trabajo.

El año 2018, junto a su pareja de ese entonces, y motivado por vivir la experiencia de estar en otro país, tomó la decisión de viajar a Chile, llegó a Curicó y a seis años de esa época dice estar contento por todas las experiencias bonitas que tiene en este país.
Su primer trabajo fue en un salón de belleza, donde recuerda una experiencia que desea no volver a repetir con la primera novia que tuvo que maquillar.
“Tuve una pelea con mi ex pareja, me quebró el teléfono, me atrasé, salí corriendo de mi casa con las maletas de maquillaje, sudando, llegué 40 minutos tarde y la novia estaba llorando porque ya me habían hecho llamadas, pero no podía contestar. Cuando llegué logré maquillarla, pero sé que es un momento especial y estar en esa situación me hizo sentir mal porque le fallé a una novia, se iba a casar y el día más importante de su vida la hice pasar por un estrés innecesario, donde esa experiencia no se la va quitar nadie. Esto es algo que espero nunca me vuelva a pasar, y tomó todas las medidas necesarias para estar incluso antes de tiempo”, explica.
Hoy, a seis años de su llegada a Chile, piensa que la mirada respecto al maquillaje ha cambiado mucho en el país, y explica: “he visto la progresión de las mujeres chilenas y puede que tenga que ver la influencia extranjera, porque las venezolanas y colombianas tienen una cultura de maquillaje desde chicas, pero de acá lo más genial y lo que me gusta es que dentro de todo, ustedes tienen su forma única de maquillarse, un estilo más europeo, donde les gusta que la piel respire, donde les gusta verse sencillas, pero a la vez impactante, les gusta la sensualidad, pero de una forma más “piola”, como dicen acá y ese juego es muy bonito”.
De paso, entrega algunas recomendaciones a la hora de cuidar el rostro y detalla: “doy un consejo básico, no doy consejos más profundos porque no soy dermatólogo, no tengo esa especialidad, pero conozco mucho de pieles porque son mi lienzo, donde pongo color, maquilló y ahí es donde resalto las facciones, entonces dentro de mi experiencia, tengo tres principios básicos que siempre comparto en mis cursos: Para tener una piel impecable, siempre limpieza, hidratación y protección, es decir limpiar bien la piel en la mañana y noche; hidratar mañana y noche y proteger la piel en invierno o verano con protector solar, además de la cremita nocturna”.
El maquillaje en Chile no es una ocupación estable, por lo que debe combinar el trabajo con su pasión, es así como en su tiempo libre ofrece cursos de automaquillaje, ya sea online o presencial, donde los valores de los talleres presenciales van desde los 35 mil pesos en adelante; y maquillaje para novia, desde los 75 mil pesos (incluye prueba de maquillaje).
En su estadía en Chile, ha pasado por momentos difíciles, que lo han hecho pensar en dejar su pasión de lado, pero ahí es cuando cuenta: “para mí esto es mi terapia. Soy muy feliz viendo el resultado, por ejemplo, cuando maquillo a una novia y está con su vestido, se mira al espejo, se emociona, ese momento para mí es impagable. Ahí es cuando soy feliz”.




